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Análisis Mario Party Superstars para Nintendo switch

Análisis de Mario Party Superstars, la segunda entrega de la franquicia para Switch, para la que se han rescatado tableros y pruebas de la era de Nintendo 64 y GameCube.





Cuando algo funciona es mejor no tocarlo demasiado, y Mario Party ha funcionado realmente bien desde su primera entrega en Nintendo 64 allá por 1998, y continúa haciéndolo en nuestros días.


La receta ideada por Hudson Soft y Nintendo ha ido optimizándose con el tiempo, con cada nueva entrega para las sucesivas plataformas de la casa, pero siempre ha mantenido la esencia del original. Es algo que también se mantiene hoy día, como vamos ver en este análisis de Mario Party Superstars.



Han pasado ya tres años desde la anterior entrega, Super Mario Party, y la fusión de juego de tablero y minijuegos regresa a la consola híbrida de Nintendo, reflejando la evolución que ha tenido la propia plataforma a lo largo de estos años, y más concretamente la aparición de Switch Lite y los tres años de vida de Nintendo Switch Online.




Explicándolo en pocas palabras, Mario Party Superstars recupera 5 tableros de los tres primeros Mario Party de Nintendo 64 junto a 100 minijuegos seleccionados entre las entregas de N64 y GameCube.


Todo eso con nuevos modos, una total implementación del Online y otras golosinas que iremos desgranando en este análisis de Mario Party Superstars.


Rescatar tableros y pruebas del pasado no es una mala jugada, aunque los sectores más radicales la tacharán de operación de reciclaje, refrito y similares.


Hablamos de juegos que se comercializaron entre 1998 y 2005, a los que muchos usuarios de Switch no llegaron a jugar (por edad) y que alcanzan actualmente precios prohibitivos en el mercado coleccionista (sin contar el coste añadido de disponer de una N64 y una GC).


Es fácil asumir que muchos de los usuarios y usuarias que disfrutaron en su día de aquellos tableros y minijuegos ahora lo harán acompañados de sus hijos, lo que añade un elemento nostálgico a una mecánica que, desde su concepción inicial, siempre ha sido puramente festiva.


Mario Party nunca ha sido una experiencia para disfrutar en solitario. Por supuesto, es posible competir contra la IA (a la que se ha dotado de tres niveles de habilidad), pero nada puede compararse al jolgorio y la malicia que sale a la luz jugando con familia y amigos.


En este caso se une además una completa integración del Online en todos los modos de juego, lo que nos permite jugar contra a completos desconocidos, siempre y cuando contemos con una cuenta de Nintendo Switch Online.

Por supuesto, también existe la posibilidad de jugar contra otras Switch en modo local y, claro está, reunir a nuestros


amigos y parientes para jugar en modo sobremesa o en la tele, con una única Switch.

En ambos casos no necesitaréis invertir demasiado en mandos extra, porque cada jugador puede utilizar un único Joy-Con, o si tenéis por casa mandos Pro o de terceros, también podréis usarlos.

Llegados a este punto, y por si alguien no conoce aún en qué consiste la mecánica de los Mario Party, intentaremos resumirlo brevemente: cuatro personajes/jugadores compiten en distintos tableros con el objetivo de conseguir el mayor número de monedas y estrellas antes de que acabe la última ronda.


Cada jugador accionará el dado y, acorde a la cifra que saque su personaje, irá saltando de casilla en casilla, en busca de la casilla de Toadette (que nos proporcionará una estrella) mientras gana por el camino ítems que le proporcionará ventajas en tus próximos turnos

al final de cada ronda, todos los jugadores se enfrentarán en un minijuego todos contra todos, en equipos de dos o un jugador frente a los otros tres. También hay casillas, como la de Bowser, que nos podrían embarcar en otro minijuego más, dependiendo de la suerte que tengamos en la ruleta.


La mecánica es tan simple como divertida. El diseño de los tableros (Tropical Island, Horror Land, Woody Woods, Peach's Birthday Cake y Space Land) afecta drásticamente al desarrollo de cada partida.


Sobre el pastel gigante de Peach, por ejemplo, es posible "plantar" pirañas que robarán las estrellas del desgraciado jugador que caiga en ella, provocando con ello un vuelco



dramático a la partida.

Cada tablero cuenta además con sus propios eventos y trampas. En algunos, por ejemplo, la dirección obligatoria que deben seguir los personajes puede cambiar, al igual que la ubicación de Toadette, lo que puede provocar que se haga realidad aquello tan bíblico de “los últimos serán los primeros”.


si uno cree que el tablero es lo que" destruye amistades"los minijuegos entonces alcanzan niveles épicos. Madres contra hijos, amigos del alma convertidos en rivales encarnizados… bajo la encantadora estética


de Mario Party Superstars hay un auténtico polvorín de diversión maliciosa capaz de alegrar las tardes del domingo más sombrío.

NDcube, la responsable de Mario Party Superstars (y entre cuyas filas se encuentran muchos de los antiguos componentes de la extinta Hudson Soft), le ha incorporado un montón de opciones para contentar a todo tipo de usuarios y formas de jugar.


¿Que la mecánica de tablero os aburre? No hay problema, solo tiene que montarse en el barco que conduce hasta el Monte Minijuegos, donde tendran


acceso directo a todas las pruebas, a lo bruto o divididas por temática (todos contra todos, 1 vs 3, dos equipos, deportivos…).

¿Que tienes poco tiempo para jugar


una partida, entre clases o en la pausa para la comida del trabajo? No solo se puede configurar la duración de las partidas, reduciendo el número de turnos, si no que también se puede guardar la partida en la memoria de la Switch para retomarla otro día.


La aparición de Nintendo Switch Lite se ha dejado notar en el diseño de Mario Party Superstars. A diferencia de su predecesor


, se puede jugar en modo portátil.

Y, al recuperar 100 pruebas de N64 y GC, NDcube ha tenido la excusa perfecta para no utilizar los acelerómetros de los Joy-con y permitir el uso de mandos externos, como el Pro Controller.

No todos los días podremos reunir a amigos o familia para jugar, y aunque jugar en solitario a Mario Party Superstars acaba resultando aburrido, por la cantidad de tiempo que pierdes viendo como la IA se mueve por el tablero, siempre puedes recurrir al Online y a los Desafíos Diarios que se irán añadiendo.

Las horas invertidas en el juego tendrán su recompensa, porque al ir subiendo de nivel podremos desbloquear más stickers en la Tienda de Toad, con las que comunicarnos (de manera positiva o para molestar) con nuestros rivales en plena partida.


En la tienda también se pueden canjear las monedas acumuladas para desbloquear melodías y páginas de una enciclopedia con información de todos los personajes del juego así como de las anteriores entregas de Mario Party (un detalle que agradecerán los fans de la franquicia).


Todo con un apartado visual correcto, sin excesivos alardes, pero que deja en pantalla unos gráficos coloridos y simpáticos, como viene siendo la norma en la serie.

Aunque no ofrezca tableros ni pruebas originales, Mario Party Superstars es una buena inversión si tienes la sana costumbre de jugar con amigos y familia.

Otros juegos, tras llegar al final, acaban en una estantería cogiendo polvo. Este garantiza diversión y risas para unos cuantos años. Eso sí, si juegas solo y no tienes cuenta en Nintendo Switch Online, mejor juega otros lanzamientos.


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